Mariposa que vuela, no lastimaras ya nunca más

El calor, la lluvia, las largas horas de espera; nada detiene esta lucha...

La esperanza de muchos a veces llega por una carta, una carta que refleja muchas veces una historia de vida, una petición de ayuda y es en este preciso instante que comienzas a escribir con los ojos llenos de lágrimas, cuando se te quiebra la voz y tratas de contener el dolor porque la fuerza lo puede todo. Entonces se que es aquí donde debo comenzar.

“La mariposa volotea y arde con el sol a veces”. –Pablo Neruda.

Apenas ves el sentir de una persona que ama tanto vivir, te impregnas de ella; hasta que de pronto tropiezas y te das cuenta por lo que soporta en su pesar, en su mirar el brillo de una estrella fugaz aflora la sutil y dura realidad, entonces comprendes la verdad, el alma que más amas intenta volar… mirando a sus ojos me doy cuenta de que lo malo no tiene comparación con lo que muchos sufren por un poco de paz y alivio en su interior, lo banal no es nada, lo real nace de lo espiritual, lo emocional, es la cura para la enfermedad.

Vivimos por el simple hecho del gozo y la diversión de tener más que otros, y no nos percatamos de aquello que se ha roto, no le buscamos la forma de arreglo, solo intentamos remplazarlo, ¿y con eso que ganamos? Es como si la luz en nuestro corazón se apagase y en vez de acomodar bien el bombillo que la enciende, busquemos otro para cambiar esa luz, como si jamás hubieras tenido una luz, una luz real, sincera, que pese a todo y problemas esa luz brilla, vibra y se queda. ¿Así te sientes?, pues así se siente cuando alguien que trata de no ahogarse te pide un simple gesto de humanidad, una señal de ayuda en plena oscuridad.

El cáncer… ¿Es una simple enfermedad? Les diré la verdad.

Cáncer es sentarse y no querer, es poder amar e ignorar, es callar cuando puedes gritar, cáncer muchas veces es depender de alguien más, es pronunciar un no puedo, cuando en realidad es un quiero, es herir a un ser amado sin darse cuenta de que su dolor también puede quedar sembrado y cambiar tal como las ramas de un árbol que se mueven sin parar con el viento, aunque está cansado pero sembrado en la tierra del amor que había y se regó agua adolorida, pero saben el cáncer al final es solo una simple enfermedad, sé que no es felicidad y sé que cuesta pero se supera, aunque sientas que te derrumbas podrás encontrar la manera de escapar, sin atajos cortos sin dejar lágrimas en el rostro, puedes salir si luchas y son pocos los que escuchan, pero no decaigas sigue adelante sin mirar atrás, hoy se fuerte que la vida es bella a pesar de sus púas y piedras. Nada te arrebatara del mundo, porque por esa razón más que nunca yo hoy lucho, por ti, pues por ti, yo te daría mil veces mi vida, daría mis piernas para ayudarte a recorrer el mundo, te daría mis brazos para cargar las más pesadas penas y mi corazón para llenarte de vida, como el momento en el que te conocí, en ese momento lleno de amor, todo por ti lo daría mil veces, nuevamente. Por siempre y para siempre…


“La mariposa volotea, revolotea, y desaparece”. –Pablo Neruda.

Te amo V.H.F.B

Comentarios