Para ti (Venezuela)
Tanto hemos vivido, tanta belleza y sonrisas que hemos perdido, tristes detalles que han dejado que nuestras ocho perfectas y brillantes estrellas se apaguen y que ese azul de nuestro cielo se torne gris y triste.
Pero si puedo recordar muchas cosas de ti; desde el primer día que abrí mis ojos estando en tierra firme, en tus paisaje tan empíreos, esa cálida brisa que tocaba mis mejillas, esas aguas con tonalidades azules, la maravillosa división de tus ríos y esas increíbles e imponentes montañas, tepuyes y de mas formaciones que solo en tu suelo pueden existir. Como olvidar los sabores tan únicos y exóticos que de tus cultivos y cosechas nos brindabas para experimentar los mas ricos placeres de la vida.
Pero, como te explico que amo tu cielo estrellado a pleno crepúsculo del anochecer, ese que en mis tantas miles de lecturas nocturnas donde solo el viento y los sonidos del silencio eran testigos de las poesías, que en rimas salían, como componiendo una melodía a ese, tu idóneo cielo, mientras yo me desvelaba, tu en tus brazos me cuidabas, como madre me arropabas y en mi esfuerzo por lucubrar mi arte extenso, yo luchaba en contra de mi adormecido cuerpo para quedarme a ver tu plácido amanecer saliendo detrás de aquel riachuelo; ¡Es que dime!, como luchar contra esa indomable selva de peligrosa belleza; como olvidar el ángel que por ese salto de agua pasaba, las magnificas especies que en tu suelo habitaban, esa cultura de inenarrable coloquio; la mística de aquellos ancestros que tantas historias sobre ti conocieron; esas risas, esos cantares que de niña en mi cuna mi madre solía cantarme, esos perfectos sonidos armónicos que se escuchan en aquellos valses con sentimientos hablados en una guitarra clásica, cuatro y arpa. Esa magia de tu historia, esa historia que día a día escribimos juntos todos los que como yo piensan, tus hijos, los que en tu honor luchan hasta sangrar sin vergüenza, sin importar cuanto duela, con esa gran fuerza, intentando cada nuevo día recuperar esta narrada descripción de ti y de tu magna y gloriosa belleza mi amada Venezuela, te hemos herido de mas de mil maneras, el dolor que has sentido y aguantado sin duda ha sido tan inefable que no puedo ni razonarlo por un solo segundo; simplemente ya no mereces mas esto y por eso mi querida Venezuela hoy vengo a decirte lo mucho que todos te amamos, creeme que si te amamos, lo suficiente para liberarte de este destierro por fin, para que entonces puedas sonreír y contarle a todos tus hijos una nueva historia mejor, llena de valientes que lo dieron todo por verte feliz cada día, mes y año. Personas que simplemente son personas cuyos nombres no importan pues lo que a ellos realmente les enaltece es tener tu nombre y apellido querida madre y es ser Venezolanos!
Por eso yo con orgullo te pongo una pequeña curita en las grietas de tu corazón y te doy gracias por haberme formado como venezolana, que es la palabra más poderosa que puede describir a quienes si merecemos tu nombre, a todos los que demostramos todos los días que de corazón a ti te entregamos hasta el alma, ¡Eres oro y vida Venezuela!.
Este escrito va dedicado a ti, por que, tú, soy yo y todos los que vivimos en ti.
Pero si puedo recordar muchas cosas de ti; desde el primer día que abrí mis ojos estando en tierra firme, en tus paisaje tan empíreos, esa cálida brisa que tocaba mis mejillas, esas aguas con tonalidades azules, la maravillosa división de tus ríos y esas increíbles e imponentes montañas, tepuyes y de mas formaciones que solo en tu suelo pueden existir. Como olvidar los sabores tan únicos y exóticos que de tus cultivos y cosechas nos brindabas para experimentar los mas ricos placeres de la vida.
Pero, como te explico que amo tu cielo estrellado a pleno crepúsculo del anochecer, ese que en mis tantas miles de lecturas nocturnas donde solo el viento y los sonidos del silencio eran testigos de las poesías, que en rimas salían, como componiendo una melodía a ese, tu idóneo cielo, mientras yo me desvelaba, tu en tus brazos me cuidabas, como madre me arropabas y en mi esfuerzo por lucubrar mi arte extenso, yo luchaba en contra de mi adormecido cuerpo para quedarme a ver tu plácido amanecer saliendo detrás de aquel riachuelo; ¡Es que dime!, como luchar contra esa indomable selva de peligrosa belleza; como olvidar el ángel que por ese salto de agua pasaba, las magnificas especies que en tu suelo habitaban, esa cultura de inenarrable coloquio; la mística de aquellos ancestros que tantas historias sobre ti conocieron; esas risas, esos cantares que de niña en mi cuna mi madre solía cantarme, esos perfectos sonidos armónicos que se escuchan en aquellos valses con sentimientos hablados en una guitarra clásica, cuatro y arpa. Esa magia de tu historia, esa historia que día a día escribimos juntos todos los que como yo piensan, tus hijos, los que en tu honor luchan hasta sangrar sin vergüenza, sin importar cuanto duela, con esa gran fuerza, intentando cada nuevo día recuperar esta narrada descripción de ti y de tu magna y gloriosa belleza mi amada Venezuela, te hemos herido de mas de mil maneras, el dolor que has sentido y aguantado sin duda ha sido tan inefable que no puedo ni razonarlo por un solo segundo; simplemente ya no mereces mas esto y por eso mi querida Venezuela hoy vengo a decirte lo mucho que todos te amamos, creeme que si te amamos, lo suficiente para liberarte de este destierro por fin, para que entonces puedas sonreír y contarle a todos tus hijos una nueva historia mejor, llena de valientes que lo dieron todo por verte feliz cada día, mes y año. Personas que simplemente son personas cuyos nombres no importan pues lo que a ellos realmente les enaltece es tener tu nombre y apellido querida madre y es ser Venezolanos!
Por eso yo con orgullo te pongo una pequeña curita en las grietas de tu corazón y te doy gracias por haberme formado como venezolana, que es la palabra más poderosa que puede describir a quienes si merecemos tu nombre, a todos los que demostramos todos los días que de corazón a ti te entregamos hasta el alma, ¡Eres oro y vida Venezuela!.
Este escrito va dedicado a ti, por que, tú, soy yo y todos los que vivimos en ti.
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